En la corta travesía entre el Morro y la Bahia de Todos los Santos, pusimos el “curri” y al poco picó una especie de caballa… ya tenemos la cena!
Llegamos a la isla de ITAPARICA a media tarde, donde esperábamos a Jose que iba a pasar el fin de semana con nosotros. Jose López-Gay es un almeriense al que habíamos conocido en nuestra anterior visita a Salvador. Trabaja en el Instituto Cervantes y nos entendimos muy bien desde el principio…. ¿quizás porque somos “vecinos” del Sur de España y porque nos gustan los cabos de Gata y Palos?
Cuando llegó Jose nos tomamos un estupendo asado de caballa con verduritas y patatas, acompañado de un RESERVA DE RIOJA que había traído de regalo. Y luego, mucha cháchara, mucha cháchara..
A la mañana siguiente, tras hacer unas gestiones en el pueblo, partimos hacia ILHA do FRADE. Al llegar, nos preparamos un buen caldero, claro, que salió muy muy bueno. El aperitivo de las mollitas de las cabezas del pescao, unas gambitas a la plancha y un poco de hueva de mújol no desmereció. Mmmmhhhh!!!!!
La mañana del domingo nos fuimos con el dinghy de excursión. Al estar la marea baja, no pudimos meternos por muchos sitios, pero pudimos coger algunas almejas que luego se llevó Jose a Salvador.
La vuelta desde Ilha do Frade hasta Itaparica fue una auténtica gozada. Íbamos ciñendo a rabiar, sin olas. Parecía imposible que El Duende montara los balizamientos, bajos y bancos de arena, pero ciñendo, ciñendo, siempre lo conseguía.
Y qué pena, el mismo domingo por la tarde, Jose se tuvo que volver a Salvador, pero esperamos que con buen sabor de boca, unas buenas millas navegadas, un caldero en el cuerpo, un par de noches durmiendo en litera mecido por el mar y muchas conversaciones y risas. Un abrazo, Jose!! Nos ha gustado mucho tenerte a bordo, aunque haya sido sólo un fin de semana.
El resto de los días los pasamos en Itaparica. Es una isla que hay frente a Salvador, justo en el lado opuesto de la bahía de Todos los Santos. El pueblo de Itaparica es bonito, con casas de colores, tranquilo.
Por cierto, que aquí terminó la historia del dedo pulgar de Quique: en el hospital que aparece en la foto. Resulta que hace un tiempo, en Goió, limpiando unos mújoles, Quique sintió un fuerte pinchazo en el dedo. Al día sigueinte, el dedo estaba muy inflamado y dolorido. Con los días, la hinchazón fue remitiendo y se empezó a ver que dentro del dedo había quedado una espina de mújol. Estaba atravesada en el dedo pulgar, transversal al hueso de la falange. No había forma de sacarla, porque cada rozadura era un sinvivir de dolor. Al final, fuimos al hospital de Itaparica donde, con ayuda de anestesia, pudieron sacársela. La guardamos de recuerdo!! Y por cierto, que a pesar del aspecto desconchado del local, nos trataron rápido, bien, eficientemente y gratis. Y otro “por cierto”: vaya camiseta que fue a ponerse Quique justo ese día…. jajajaja…..
La exitosa extirpación fue convenientemente celebrada con una buena provisión de gambas, bastante más inofensivas que los mújoles….
Quique se volvió loco con los SAVEIROS de esta región. Cada vez que pasaba alguno cerca de nuestro fondeo, Quique se cogía el dinghy y se acercaba a hacerle fotos. Los saveiros son barcos artesanales típicos del Recóncavo (como se llama aquí a la Bahía de Todos los Santos). Están construidos en madera, siguiendo unas normas, medidas y herramientas cuyo manejo se transmite de padres a hijos. Tienen el casco bastante plano, un palo no siempre recto, velas cuadras y no tienen jarcia firme. SON PRECIOSOS y es una maravilla verlos navegar.
Un día salimos con el dinghy a ver a uno de ellos y cuando nos acercamos, nos hicieron señas para que nos abarlobáramos a ellos mientras navegaban para poder charlar. El saveiro se llamaba “TEIKE RIZE”, una brasilerización de “take it easy”. El dueño resultó ser, por cierto, profesor de Genética en la Universidad de Sao Paulo. Nos dijeron que al dia siguiente había una regata de saveiros en el Recóncavo, con salida frente a la Iglesia del Bonfim y llegada a Maragojipe en el rio Paraguaçú.
Y así, levamos anclas, y nos fuimos a ver y seguir a los saveiros. Cuesta trabajo explicar lo que vimos, porque de verdad que faltan palabras. Mejor os dejamos unas fotos:
Y así fueron pasando los días, hasta que el día 24 de agosto zarpamos rumbo a Recife. Ya os contaremos.
buenos días viajeros del mundo!!!
Qué hermoso es leerlos!!!….hermosos sus viajes….Les cuento que el próximo febrero de 2012 estaré de vacaciones al norte de Perú,…por si os pillo “cerca” nose cuales son sus planes…Máncora será mi parada…(dicen que tienen unas playas paradisíacas)…..ojala un día podamos encontrarnos en algún sitio,…por aquí, en mi Salta quinceañera – al norte de Argentina- todo marcha de mil maravillas….sigo leyéndolos siempre!!! besos quique y marta…buen viaje viajeros del mundo jaja
flor
Jo que chulada los barquillos esos. Y no os dejaron dar una vuelta en alguno?
Tiene que estar guapísimo navegar en uno de esos.
Un besote desde Valencia, vuelta a la realidad…
como venganza, el próximo mújol que pesquéis lo apuñaláis con la espina del dedo!!
Precioso Kique, qué maravilla de viaje!
Mil gracias por compartirlo con nosotros, porque desde los despachos, las oficinas o cualquiera de los mundanos trabajos a los que nos tenemos que dedicar al menos de momento…. haces nuestra tu aventura….. besitos